domingo, 3 de enero de 2010

CELEBRACIÓN DE HUANTILLE

El hombre que sueña
no puede envejecer
René Char

LA HUACA, herida, se levanta y camina.
Es su cuerpo
piedra de sal,
gacela amamantada en la Luna,
fruta descolgada del paraíso,
collar líquido de lluvia,
nido del colibrí que se mira en el espejo.

LA HUACA, herida, se levanta y camina.
Son sus ojos
luz que destella,
espiga de trigos evocativos,
fuego en los cuerpos ebrios de lujuria,
flor de magia y a la vez encantada,
presagio de iluminaciones.

LA HUACA, herida, se levanta y camina.
Son sus extremidades
ríos de vida,
árboles como lecho de calandrias,
cabellera de arco iris,
pulsaciones de euforia y lozanía,
apetecibles verduras en el mercado,
estambres de amorosa experiencia.

LA HUACA, herida, se levanta y camina.
Es su corazón
insignia de sentimientos compartidos,
consagración de promesas y juramentos,
barro cósmico de energía trascendente,
albergue donde reposan Sol y Luna,
monumento inacabable de estirpe humana.

LA HUACA, herida, se levanta y camina.
Es su voz
filiación en el esplendor del linaje,
juramento de noctámbulos amantes,
congoja del exilio,
farola de nostalgia lejana,
ala de tribulaciones,
refugio en los caminos por andar.

LA HUACA, herida, se levanta y camina
Es su sangre
exaltación de violines,
antorcha que fertiliza los campos,
agua que corre por el mismo cauce del tiempo,
abrazo que perdona los agravios,
saludo fugaz en alocados vuelos,
llanto en velatorios,
cáliz de concordia matrimonial.

LA HUACA, herida, se levanta y camina,
Es su cerebro
dimensión absoluta de iluminada heredad,
cauce de tu sangre en mi sangre,
fatiga de mi cuerpo en tu cuerpo,
nostalgia que anuda tu llanto en mi canto,
despertar de tu espíritu y el mío,
fragua que nuestro corazón alimenta,
iluminación de la liturgia desde el mar.

LA HUACA, herida, se levanta y camina.
Pasea por las calles,
recoge los rastros de la espuma,
contiene la respiración,
avanza, se ilumina,
renace en el tiempo vislumbrado,
se engasta en la piel del Mundo,

sueña aborrece odia canta
y perdona y vuelve a querer.

Nosotros somos LA HUACA.

CARLOS ZUÑIGA SEGURA
De Señor de Marbella

No hay comentarios:

Publicar un comentario